Estoy en la Asamblea Eclesial, la lectura q motiva es Lucas 1,39-45, cuando María va a visitar a su prima Isabel, cuando El Niño da un salto en su vientre ante el saludo de la Virgen. Está hablando el padre Ricardo y estoy feliz. En este mes de María ya hay algo q ha nacido en mí..
Te busco...
sábado, 17 de noviembre de 2012
martes, 25 de septiembre de 2012
Tu nombre....
Hoy se me vino tu nombre... eres mi flor azul. Te vi clarito, clarito, cuando viajábamos en auto a Santiago. No me vienen nombres de personas, es que no quiero ilusionarme en exceso. Sé que vendrás, sé que por ahí estás dando vuelta, esperando que yo me aclare, que mi cuerpo se desanquilose, que la casa se prepare... y eso viene pronto, viene pronto.
Mi flor azul...
Nuevo intento
Creo que la primera vez que intentamos era el año 2006. Fines del 2006. Fue como un llamado de la edad. Ya con 32 años, era claro que había que ponerse en campaña. No quisimos antes de puro cobarde que yo soy, por mi necesidad de seguridad, por mi creer que no soy capaz. Ante esos pensamientos siempre me cuestionaba cómo mi mamá y mi papá pudieron con cuatro hijos y sin una previsión... el que eran de otra época, en realidad no es de relevancia, porque cada época tiene sus qué..
En esa oportunidad me traté con una doctora que, tranquilamente de dijo que me iba a embarazar sin ningún problema... en mis primeras eco se veían mis múltiples quistes. Partimos con un par de meses de anticonceptivos (qué frustrante iniciar un tratamiento de fertilidad con anticonceptivos). Luego me recetó serophene de 50 mg, desde el día 5 al día 9, y seguimiento ovulatorio. Hice el tratamiento dos veces, y luego de dos ciclos anovulatorios, desistí. Me sentía tan vacía, tan inútil... ser mujer y no poder concebir.. así que me dije: filo!! Ya será el momento.. necesito algo más profesional.
A esa altura estamos hablado de diciembre de 2006. En ese verano averigüé que en el Hospital de la Católica había un equipo de fertilidad que perfectamente me podría atender con mi previsión. El doctor Alejandro Manzur lo dirigía, así que pedí hora y mi Rodrigo me acompañó.
sábado, 25 de junio de 2011
Pronto nacerá
En unas horas más, Juan Manuel saldrá de su capullo y caerá en brazos de estos dos seres humanos que navegan por la vida buscando, buscando, buscando...
El lunes a las 8 de la mañana partimos al hospital para parto inducido. JuanMa no engordó mucho que digamos en dos semanas (sólo 200 g) porque tal parece que mi placenta no se la puede más y habría envejecido antes de tiempo. Espero ser buena lechera para que mi niño recupere el tiempo perdido, y los gramos que no ha subido. Yo por mi parte, estoy gooooordaaaaa... y me espera una rutina de ejercicios fuerte para recuperar mi estado físico, porque amamantando no pienso hacer dieta estricta.
Hay muchos miedos que me invaden, el miedo de que JuanMa tenga algún problema de salud por su bajo peso, el miedo incluso de morirme en el parto... ¿exagerado? sí, pero no descabellado... embolia le llaman.
Sé que cuento con muchas oraciones, me acompañará mi mami... gracias a Dios, a ella nadie la acompañó para su primer parto... me he encomendado a Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, que está de día el mismo lunes... es normal tener miedo, lo que pretendo es que no se adueñe de mí y que mi cuerpo funcione como está programado, algo así como poner el piloto automático y que la naturaleza actúe, sabia como es ella.
En dos días mi vida habrá tomado un nuevo rumbo, una curva decisiva dentro del camino que comenzó ese 7 de noviembre cuando el test de embarazo salió positivo, es como haberse subido a una montaña rusa gigante y estar a punto de llegar a la cresta más alta, para dejarse llevar en una caída libre de la que ya no tienes vuelta atrás!!
Que Dios nos siga acompañando!!!
domingo, 19 de junio de 2011
Monitoreo semana 37 (¿o 36?)
Hoy fue un lindo día, JuanMa le entregó un regalito chiquito a su papá, vinieron sus tíos y primos a almorzar y a eso de las 18:30 partimos al monitoreo. Todo bien, sin contracciones poderosas y buen ritmo cardiaco. Todo va tranquilo, relajaditos... con el cuento de mis semanas, me gustaría que esperáramos el mayor tiempo posible, aprovechar bien el prenatal, ojalá se alargara unos días más, en fin, eso lo decidirá Dios.
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